Compositor: José Ernesto Verdú del Vas
Fotografía: José Ernesto Verdú del Vas
Se trata de un cuarteto de cuerdas cuyo primer movimiento tiene forma sonata, el segundo un lied ternario con desarrollo y el tercero un minueto. El estilo es propio del romanticismo. Para elaborar la presente obra se han analizado obras de Brahms y Beethoven con la finalidad de captar la esencia estilística de la época, ya que estos son los sucesores directos del género del cuarteto tras su institucionalización con Haydn. Se trata de, por supuesto, conseguir un repertorio de recursos utilizados por los grandes compositores. Así, esta obra podría catalogarse de didáctica, ya que ha sido compuesto motu propio para interiorizar conceptos y lograr mi expresión artística.
Aunque esta composición ha sido por iniciativa propia, debo agradecer las enseñanzas de mis profesores del conservatorio profesional. Ya que he tenido la suerte de estar rodeados de profesores que también son compositores en mi formación profesional musical. Por un lado, la importancia del contrapunto y de la estructura en una composición en Fundamentos de la composición (impartida por Juan Carlos Sempere Bomboi). Por otro lado, aproveché las lecciones de la asignatura de Análisis musical del conservatorio profesional de Alcoy (impartida por Carmen Verdú) para componer de manera simultánea a las enseñanzas de las formas musicales y sus ejemplos con el análisis de obras de diversas épocas. Y, finalmente, también estoy agradecido de los consejos y las críticas de estos profesores cuando le mostraba mis obras, junto a mi profesor de guitarra Jaime Botella, el cual también respondía y responde mis inquietudes en esta materia.
Disculpadme si he cometido algún error en el desarrollo de la presente obra. Aún soy un estudiante apasionado de la composición y tengo mucho que aprender.
©José Ernesto Verdú del Vas
Una pieza musical espectacular. Es como si un ángel acariciase mi rostro con su luz divina y las nubes que lo acompañan sirvieran de mullido cojín que amortiguase mi caída al quedar estupefacto ante tal fastuosidad.
Suena bien. Aunque si, el desarrollo del 3er mov puede ser más largo y apasionado. Hablar del Beethoven romántico es muy comprometedor, me atrevo a decir que sólo existe a partir de Op. 131; todo lo anterior a ese opus presenta un desarrollo más del tipo técnico que, si bien lo realiza desde el Op. 67, alcanza ese máximo potencial en el Op. 125. Después de esto viene un oscurantismo y luego, el Beethoven filosófico e intimo que ya no buscaba la grandeza técnica si no la redención espiritual y emocional bajos las condiciones físicas que ya todos sabemos (su sordera). En fin, tu obra da para eso y más, vas bien.
Muchas gracias por su aporte sobre las fases de Beethoven. Si, y en efecto, un amigo mío me ha comentado que le parece más cercano al estilo de Brahms. Sobre el tercer movimiento, podría decirse que es más técnico. Es decir, introduzco una estructura de minuet con frase temática y episódica, un trio y un pequeño enlace para volver al minueto (en el D.C.) y que haya cierta continuidad. Después, como se escucha, una pequeña coda. En ese momento no tenía mucho tiempo para esta composición y debía finalizarla. La pasión del primer movimiento reside en que canalicé todas las emociones que me hicieron empezarlo, tras un evento que me provocó irá, frustración y tristeza.